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Siesta o descanso en el jardín maternal: por qué es clave para el desarrollo infantil

¿Se dice siesta o descanso en el jardín maternal? Descubre por qué este momento es esencial en la primera infancia y cómo acompañarlo desde la educación y el hogar.

Siesta o descanso en el jardín maternal: por qué es clave para el desarrollo infantil

Un espacio de cuidado y aprendizaje

En los jardines maternales, el momento de la siesta o descanso forma parte del proyecto educativo tanto como el juego, la alimentación o las propuestas didácticas. No se trata de “una pausa en el día”, sino de un tiempo pedagógico de bienestar en el que el cuerpo y la mente se reorganizan para continuar explorando, aprendiendo y creciendo.

Desde la perspectiva del desarrollo infantil, el sueño cumple funciones esenciales: consolida la memoria, fortalece el sistema inmunológico, regula las emociones y contribuye a la maduración del sistema nervioso. En la primera infancia —etapa comprendida entre los 45 días y los 3 años— el descanso es tan necesario como la alimentación o el vínculo afectivo.

 ¿Se le dice siesta o descanso? cómo se nombra este momento en la educación actual

En la educación inicial contemporánea, los términos que utilizamos también comunican una concepción pedagógica. Tradicionalmente se hablaba de “la siesta”, pero hoy muchos jardines maternales prefieren referirse a este momento como:

“descanso”,

“momento de relajación”,

“espacio de calma”, o

“tiempo de reposo”.


¿Por qué este cambio?

Porque hablar de “siesta” puede asociarse únicamente al acto de dormir, mientras que hablar de “descanso” o “reposo” amplía la mirada y reconoce la diversidad de necesidades de los niños y niñas: algunos duermen profundamente, otros solo necesitan recostarse o tener un rato de quietud.

👉 En las Orientaciones Curriculares para el Nivel Inicial y en los marcos pedagógicos actuales, se promueve el uso de un lenguaje que refleje el respeto por los ritmos individuales y que ponga el foco en el bienestar integral más que en el cumplimiento de una rutina.

Por eso, en un jardín maternal actualizado, más que imponer una “siesta”, se ofrece un espacio de descanso flexible, afectivo y respetuoso de cada niño.


La importancia del descanso en la primera infancia

Dormir bien no es solo una cuestión de rutina; es una necesidad fisiológica y emocional. Durante el sueño, el cerebro procesa las experiencias del día y fija nuevos aprendizajes.

Algunos beneficios comprobados del descanso en el jardín maternal son:

* Consolidación de aprendizajes: el sueño favorece la memoria y el procesamiento de la información.

* Bienestar físico: ayuda a la recuperación energética y al fortalecimiento del sistema inmunológico.

* Regulación emocional: los niños descansados se muestran más tranquilos, receptivos y seguros.

* Prevención de la sobreestimulación: permite equilibrar los momentos de alta actividad con otros de calma.

Además, establecer rutinas de descanso predecibles aporta seguridad y confianza. Saber qué sucede después del almuerzo o del juego brinda contención y estructura al día escolar.

Cómo se organiza el descanso en el jardín maternal

Cada institución define su modalidad, pero en general se contemplan los siguientes aspectos:

1. Ambiente preparado: las salas se transforman en espacios de calma, con luz tenue, música suave y un clima de tranquilidad.

2. Respeto por los ritmos individuales: no todos los niños duermen al mismo tiempo ni la misma cantidad. Algunos necesitan dormir, otros solo descansar o tener un momento de quietud.

3. Acompañamiento afectivo: las docentes acompañan con gestos suaves, palabras cálidas o simplemente estando presentes, promoviendo un **descanso seguro y vincular**.

4. Materiales y mobiliario adecuados: colchonetas limpias, sábanas personales, mantas, ventilación y condiciones de higiene óptimas.

El Ministerio de Educación de Argentina y las Orientaciones curriculares para el Nivel Inicial señalan que el cuidado del cuerpo, la alimentación y el descanso son dimensiones educativas que atraviesan toda la jornada.

 Qué deben saber las familias sobre el descanso en el jardín maternal

Es habitual que las familias tengan dudas sobre cómo se duerme en el jardín, si los niños descansan igual que en casa o si el sueño diurno afecta el descanso nocturno.

Algunas recomendaciones para acompañar desde el hogar:

* Mantener horarios estables para las rutinas de sueño y alimentación.

* Evitar la sobreestimulación antes de dormir (pantallas, juegos intensos).

* Aceptar que el descanso en el jardín puede ser distinto, pero no por eso menos reparador.

* Dialogar con las docentes sobre los hábitos del niño para lograr continuidad entre el hogar y la institución.


Cuando el niño no quiere dormir

No todos los niños duermen la siesta, especialmente después de los dos años. En esos casos, los jardines suelen ofrecer momentos de descanso alternativo, donde los niños pueden:

* Escuchar música tranquila o cuentos breves.

* Hacer actividades de respiración o relajación.

* Permanecer en calma sin obligación de dormir.

El objetivo es respetar la individualidad sin perder el sentido del descanso. La idea no es imponer el sueño, sino ofrecer un entorno donde cada niño encuentre su modo de relajarse.

Buenas prácticas para un descanso de calidad

Las mejores instituciones promueven hábitos saludables de sueño desde los primeros meses. Algunas estrategias recomendadas por especialistas en educación inicial y neurodesarrollo infantil son:

* Diseñar rutinas estables y predecibles.

* Crear ambientes confortables y ventilados.

* Evitar interrupciones o ruidos bruscos durante la siesta.

* Respetar el tiempo de cada niño para dormirse o despertarse.

* Capacitar al personal docente en temas de neurociencia, bienestar infantil y sueño.


En los jardines maternales actuales, ya no se trata solo de hablar de “la siesta”, sino de comprender el descanso como un derecho, un cuidado y una oportunidad pedagógica.

Promover un descanso respetuoso y de calidad implica reconocer que educar también es cuidar, y que en la primera infancia, cada momento de calma y contención contribuye al desarrollo integral de los niños y niñas.













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